Italia - Austria
Buenos días a todos a nuestra crónica de viajes, aquí os exponemos un viaje un tanto lleno de sorpresas, contradicciones y giros inesperados. Aquí podréis ver el recorrido de lo visitado:

Paises: Italia, Austria, Liechtenstein y Suiza
Ciudades: Turín, Milán, Verona, Venecia, Pörstchach am Wörthersee, Klagenfurt, Graz, Viena, Hallstat, St. Wolfgang im Salzkammergut, St. Gilgen, Salzburgo, Innsbruck, Neuschwanstein, Vaduz, Lucerna, Interlaken, Berna, Murten, Castillo de Chillon
Datos del viaje:
Día de salida: 2 de agosto de 2.017
Día de vuelta: 20 de agosto de 2.017
Total días: 19 días
Total km: 4.527,5 km
Total Litros Gasoil: 454,6 L
Nuestro viaje pretendía ser un viaje completo al antiguo país de Italia, ver sus ciudades, parajes, monumentos, acrópolis, etc. poder viajar por la toscana, visitar el Coliseo o subir al Vesubio, nuestro viaje romántico por el país del amor, Italia. Todo parecía perfecto, hasta que algo ocurrió y nos hizo cambiar de itinerario, virar de rumbo hacia otro país. Si os parece lo suficiente interesante y queréis ver que es lo que pasó y como fue el desenlace os invitamos a leer la crónica!!
En este viaje, al pensar que visitaríamos Italia y que creíamos que no estaría preparada para el paseo en bicicleta, decidimos de no llevárnoslas y dejarlas en casa. Pues adivinar qué? EROOOOOOOOR !!!!!! y hasta aquí puedo escribir, ya iréis viendo sobre el trayecto….
Día 1: 02 de agosto
Hoy es el día de salida, cargar la Furba y poner rumbo a Italia!! Parece ser que nos entretenemos bastante y terminamos saliendo bastante tarde. Tan tarde que a apenas una hora y poco de camino ya se nos ha hecho tarde y hay que parar para cenar y dormir. Terminamos parando en un micro pueblo (la palabra micro engrandece al pueblo, realmente son solo dos casas), en concreto en lo que aparenta ser una plaza, debajo de un árbol. Parecía un tanto raro, todo tan solitario y abandonado, hasta que a medianoche llegó otra furgoneta dispuesta a pernoctar allí mismo, así que eso nos ofrecía más tranquilidad.
Distancia recorrida: 125km
Lugar de estacionamiento: Plaza-parking del Pueblo de VilaJoan 42.165298, 2.93496
Día 2: 03 de agosto
Amanecemos en Vilajoan, desayunamos y nos ponemos raudos rumbo a Torino. El viaje es largo, no tanto como pudiera parecer, tan solo serían 8 horas de viaje, aún y así para unos furgoneteros, hacer eso del tirón es malo, aprovechamos la casa a cuestas para hacer el viaje siempre más ameno, así que vamos realizando paradas técnicas durante todo lo largo del recorrido.
Al final, entrada la noche llegamos a la ciudad de Torino o Turín, buscamos el aparcamiento marcado para pernoctar, y ya hacemos el pit-stop de rigor. Cenar, dormir y mañana será otro día.
Distancia recorrida: 752km
Lugar de estacionamiento: Plaza del pueblo, preparada para AC y furgonetas. Con llenado y vaciado de aguas, gratis!! 45.0569, 7.6314
El parking es enorme, con muchísimas plazas, muchísimos árboles y válgame la redundancia, muchísima sombra.
Día 3: 04 de agosto
Bien, pues aquí estábamos ya en Turín. El viaje idílico empieza, todo era fantasía y alegría. Hasta que despertamos. Nuestros sueños y expectativas ya empezaron a romperse. Sin bajar de los 41º y con máxima de 46º, durante todo el trayecto ya íbamos viendo que las temperaturas no iban acompañándonos muy amablemente. Durante la noche en Turín tampoco fueron muy amigables, nos fuimos a dormir con 37º, durante toda la noche no bajó de 35º y a la hora del desayuno ya estábamos a 38º y subiendo.
El parking estaba realmente bien, pero un poco alejado del centro y más sin nuestras bicis…así que decidimos mover la Furba al centro y aparcarla por ahí. Conseguimos encontrar un sitio para meter el bicho y poder empezar la ruta.
Turín, igual que la mayoría de ciudades milenarias de Italia, está llena de historia y pasear por sus calles es un placer, ver lo antiguo y lo moderno como se juntan y fusionan para dar nacimiento a nuevas estructuras es formidable.

Aquí hay mucho para ver, grandes parques, edificios espectaculares y magníficas plazas. Pero realizar una visita en pleno día a 40 y tantos grados con todo la caloraza se nos hizo muy costoso, lo cual provocó que termináramos viendo a disgusto y con prisas la ciudad. Al final vimos 4 cosas de Turín, aunque el sofocón no decayó el ánimo, lo que vimos que precioso, muy bonito.

Jardines Reales Superiores: Jardines del palacio Real, son de libre acceso y están bastante bien para dar una pequeña vueltecita. Cuando fuimos nosotros estaban en obras.
Palacio Real de Turín: O Palacio de San Giovanni, palacio episcopal hasta el siglo XVI y Palacio Real hasta el 1.865

Catedral de Turín: Fundada en el 1.491, famosa por albergar la Sabana Santa o Sudario de Turín.
Puerta Palatina: Puerta de entrada a la antigua ciudad romana

Palazzo Carignano: Casa real de los Saboya

Piazza San Carlo Torino: Una bonita plaza, la cual pasamos de casualidad, pero bastante bonita, sobre todo por sus arcadas que albergan una infinidad de tiendas que aún conservan vestigios de hace ya muchísimo tiempo.

Parque del Valentino: Otra vivienda de los Saboya, muy bonito y ubicado en un parque que bien merece la pena pasear por él y hacerte un picnic.
Una vez que consideramos haber pasado bastante calor, decidimos de marchar y poner rumbo a la siguiente ciudad en ruta. Así que directos a la Furba, aire acondicionado a tope y carretera y manta!
Para media tarde ya habíamos llegado a Milan. Buscamos el aparcamiento y listos!
Aparcamos en una zona medianamente cercana del centro, cerca de un gran canal y cerca de un gran parque. Es un lugar de estacionamiento para oficinas y/o universitario. Hay muchas plazas libres, buen espacio y realmente tranquilo. Caminando estará a unos 30 minutos del centro, y una vez más nos arrepentimos de no habernos traído las bicis.
Distancia recorrida: 162 km
Lugar de estacionamiento: Vía pública, en la calle, gratis 45.444199, 9.18923
Aprovechando que estaba atardeciendo y parecía (solo parecía) que las temperaturas estaban disminuyendo, aprovechamos para acercarnos al centro a ver que había para ver por esta ciudad. Ya nos advirtieron que aquí no había mucho para ver a excepto del Duomo. Pero nosotros queríamos verlo por nuestra cuenta y juzgar nosotros mismos los hechos.
Pusimos rumbo al centro de la city con una buena y larga caminata y después de estar por allí solo puedo decir que ciertamente solo hay para ver 4 cosas aquí, 4 que merecen la pena, el resto nada que digamos, obviable
Porta Ticinese: Puerta de entrada a la antigua ciudad Romana

Basilica de San Lorenzo: Basilica del s.IV, la basílica no es mucho para ver, lo más importante y bonito son las columnas que hay en su exterior rodeando la plaza.

Catedral de Milan: Preciosa catedral, una magnificencia. Lo más digno de ver.

Plaza del Duomo: Plaza que no sería nada si no estuviera ahí la catedral de Milan, que le quita belleza e importancia a todo lo del alrededor.
Galerías del Duomo: Unas galerías de compras ubicadas en el lateral de la plaza del Duomo. Son bonitas de ver por su estructura y arquitectura. Techos elevadísimos, vidrieras y estilo antiguo. Preciosas si no fuera por las tiendas que las habitan, tiendas de ultra-exclusivo lujo, Milan capital de la moda, pilláis ahora la relación?

Una vez visto esto decidimos que ya era más que suficiente, el resto de aquí no merece mucho la pena. Pusimos rumbo a nuestra casita, pero visto la hora que era decidimos realizar una parada técnica para cenar algo.
A mitad de camino vimos un típico local de venta de pizza a porciones, nos llamó muchísimo la atención. Así que sin más dilación decidimos entrar a por unos tan apetitosos y jugosos trozos de pizza. La verdad es que nos sentaron de gloria bendita! Pizza margarita y pizza prosciutto….uhhhmmmm que ricas!!

Y después del arte del buen yantar, rumbo, ahora sí, a la Furbacca!!
Decidimos, por las horas que era, pasar allí mismo la noche, el lugar ya llamaba para eso. Con esa tranquilidad era como para no pensárselo mucho.
Pasamos una noche de bastante bochorno, como era de esperar, con temperaturas poco cordiales.
Día 4: 05 de agosto
Hoy vamos rumbo al siguiente punto, Verona! Ciudad donde Shakespeare se inspiró en la novela de Romeo y Julieta.
Distancia recorrida: 170km
Lugar de estacionamiento: Parking público, descampado, gratis 45.450764, 11.000891
Buscando vimos este aparcamiento tan majo, al principio parecía sospechoso. Pero tras investigar un poco, resulto ser que era de lo más perfecto, cerca del centro, con bastantes plazas y tranquilo.
Nos preparamos bien y a dar una vueltecita por Verona!!
Aquí nos dio otra ostia las circunstancias climatológicas. A parte de las muy altas temperaturas, hablamos de temperaturas que rondaban más los 45-46º que los 41, se sumó un bochorno bestial por las aguas circundantes. Una mala combinación mire por donde se mire. Hay que reconocer que la ciudad es una belleza, una belleza que a pesar de pasar los años solo la hacen más atractiva. Cada esquina, cada plaza, cada rincón es precioso. Si no fuera por esas desorbitadas temperaturas el disfrute hubiera sido sublime.
Aquí hay mucho para ver, la ciudad la tienen muy bien conservada y cuidada. Hay que decir que Romeo y Julieta fue, en parte, una historia real, y aquí podemos recrear los pasos que dieron los protagonistas. Todo una belleza.
Ponte Pietra: Si habéis aparcado donde os hemos puesto, este es el puente por el cual pasareis para acceder al casco antiguo. Un puente de piedra muy largo y hermoso.

Catedral del Duomo: Catedral de Verona, al menos merece una vista por fuera.
Domus Mercatorum: Plaza del mercado, si encontráis el mercado puesto en ella, os va a impresionar mucho. Es digno de una gran visita por sus expositores. La variedad es excelsa en pastas y artículos de la zona, desde esta plaza se pueden ver otras figuras o torres para visitar.

Gardello Tower: Torre situada en el extremo norte del Domus Mercatorum

Torre dei Lamberti: Torre muy alta en la parte este del Domus Mercatorum

Arco della Costa: Entrada con arcada por la cual acceder al Domus Mercatorum si venimos de la ruta de la casa de Romeo
Piazza dei Signori: Plaza en la cual hay ubicada una estatua en memoria Dante Alighieri, creador de la Divina Comedia.

Casa de Romeo: Casa de uno de los protagonistas de la obra de Romeo y Julieta. Esta casa no tiene mucho para ver. Pero es un punto curioso.

Arche Scaligere: Monumento funerario a la Familia Scaligere. Es un monumento tan detallado y labrado que merece la pena verlo.

Casa de Julieta: La otra casa del otro protagonista de la obra de Shakespeare. No hacen falta muchas explicaciones. La ubicación contiene el patio y el balcón de la tan representada escena. Parece muy grande, pero en la realidad es todo muy pequeñito.



Arena de Verona: Coliseo Romano de Verona

Porta Borsari: Otra puerta de acceso a la antigua ciudad romana

Principalmente esto es lo que hay que ver en la ciudad, si quieres ampliarlo tienes el Puente de CastelVecchio y su castillo medial del mismo nombre, teatro romano de verona, Castello de San Pietro, Il Portoni della Bra y algunas cosas más.
Una vez finalizada la ruta nos fuimos a la Furba a comer algo y pensar en el siguiente punto en ruta, Veneccia!!!
En un principio aparcamos en un parquing público residencial de las afueras de Venecia (la de los canales). Allí nos duchamos y comimos algo.
Distancia recorrida: 116km
Lugar de estacionamiento: parquing público, en la calle 45.483101, 12.2678
Area de AC Sosta Venecia 45.443552, 12.306460
Una vez bien aseados y resudados por el calor hicimos un picoteo pensando en que hacer, decidimos que aún era temprano, y aprovechamos para ir a visitar Venecia por la tarde-noche. Como no teníamos bicis y el transporte público hacía ya unas horas que no pasaba, fuimos con la Furba hasta Venecia y aparcamos en los parkings de allí. Resulta que hay un parking “habilitado” para acampar allí mismo. Y pongo “habilitado” entre comillas porque solamente es un recinto vallado que te sablean un riñón, un ojo, y medio pulmón, el cual no tiene ni aguas, ni descargas, ni nada de nada. Solo es un parking. Pero pagas por estar aparcado al lado de Venecia y que con un vaporeto, en un rato, te lleva al centro. Nada más.
Lo comentado, aparcamos y fuimos a pegarle un vistazo en versión nocturna. Realmente es una experiencia que mereció realmente la pena, Venecia de noche es preciosa, te evitas la aglomeración de trillones de seres humanos paseando por sus tan angostas calles. Te permite ver Venecia con una calma, paz y tranquilidad solo a la altura de muy pocos.

El paseo nocturno se hizo realmente agradable, incluso por unos momentos casi nos olvidamos del tan absurdo bochorno que hacía. Y ya que estábamos paseando tan plácidamente por los canales, decidimos de ir a comer a una pizzería de allí mismo junto a un puentecito, a la vera de un canal. Había que rematar la experiencia veneciana.

Encontramos un restaurante que nos iba de perlas, al menos cumplía gran parte de nuestras expectativas. Y aunque parezca mentira, aprendimos una cosa nueva y muy importante, ahora sabemos porque en el escaparate de fuera, en algunos locales, ponen una pegatina con “AIR COLD” o “AIR FREEZE”, “AIR CONDITIONE”… nos dimos cuenta porque los locales que no la llevan no tienen ni un triste ventilador dentro, lo cual, entre humedad y temperatura, hace que la estancia en su interior se vuelva un poco agobiante. Pues el restaurante en el que entramos no tenía pegatina de estas, llevábamos unos calores encima de tamaño descomunal, el estar encerrados en un local lleno de gente y un horno de tratoría funcionando sin ningún tipo de refrigeración no ayudaba mucho al humor ni a la supervivencia.
En parte, hay que reconocer que el restaurante estuvo genial, precio no muy descabellado, tamaño de las pizzas descomunales, buen postre y muy bien ubicado.
Por cierto, si pasáis por Italia, Venecia o lugares turísticos de Italia preparaos para que os timen en los restaurantes. Advertidos estáis!! Si veis el precio de un plato, pizza, postre o lo que sea en la carta o fuera…pues no es su precio real. Es un precio base, sin nada de sus “extras” que os van a cobrar para sacaros la pasta (y no la de comer). Al precio del plato hay que sumarles sus tasas o impuestos correspondientes, a parte el precio del servicio del cubierto, servicio de mesa, servicio de terraza (en el caso de estar en una, servicio por el vaso (ojo!!) y si pueden te van a cobrar por la servilleta. Así que, lo que ir a comer una pizza cada uno de 6,7€ la pizza, se puede convertir muy fácilmente en 13€ cada una.
Y es aquí, justo aquí, dónde ocurre el momento de inflexión. En la estancia del restaurante, durante la espera al plato. Aquí es donde se produce una reflexión que nos cambiará completamente el rumbo de nuestro viaje. Llevábamos varios días con temperaturas diurnas que no bajaban de los 42º y por la noche de los 36º, con lo que ello conlleva: no dormir bien, no descansar, nuestro deseo era volver a la Furba para poner el aire, por primera vez no habíamos bebido ninguna bebida espirituosa desde nuestra fecha de partida, agua y solo agua, mal humor por el calor, etc. Y fue en ese restaurante, cenando con el calurón, cuando decidimos de cambiar el rumbo y variarlo hacia Austria.
La verdad es que la cena no estuvo tan mal, la pizza estaba exquisita, una masa perfecta y aderezada con unos buenos ingredientes. Para postre una típica panna-cotta italiana, y de nuevo, sublime, buenísima. Pero eso sí, acompañada de una agua bien bien fría.
Durante el transcurso de la cena decidimos que ya que estábamos en Venecia, íbamos a terminar de verla. Planeamos la visita para el día siguiente en Venecia, lo que había que ver. Puesto que nos encontrábamos aquí mismo, no íbamos a desperdiciar la oportunidad de verla, aunque fuera sufriendo, la veríamos. Lo que teníamos planeado era terminar de ver Venecia y subir ya directos a Austria, país montañoso y más al norte. Pensábamos que cualquier lugar sería mejor que este país infernal de calor.
Así que acabamos de cenar, terminamos de hacer una visita a la Venecia nocturna y directos a la Furba a intentar dormir un poco. Mañana sería otro día.
Día 5: 06 de agosto
Al día siguiente, fuimos paseando desde la AC de Venecia hasta la misma ciudad y nos dispusimos a visitarla. En Venecia hay mucho para ver, pero mucho mucho!! Cada rincón, cada metro, cada acera, cada esquina, cada puente o cada canal es digno de admirarlo. Es una ciudad preciosa, impermutable en el tiempo. No obstante aquí solo os pondremos lo que nosotros visitamos, que aunque parezca poco, no lo es. Pero en comparación con todo lo que hay que ver, podría ser poco, un poco redundante lo que os he dicho, pero sí.
Ponte de la Costituzione: Primer puente que veréis a la entrada peatonal. Destaca de todo y sobre todo lo demás por su arquitectura que es realmente moderna, y discrepa bastante con todo lo de su alrededor.
Plaza de los terminales: Plaza que hay entre la terminal de tren y los terminales del ferry
Puente Scalzi: Este si que puede considerarse el primer puente Veneciano que te encuentras.
Iglesia Simeon Piccolo: Iglesia o catedral por su altísima altura

Puente Guglie: Pequeño puente en medio de un canal, está en un sitio perfecto para fotografiar Venecia en sí.


Maddalena Field: Iglesia a Santa María Magdalena
Iglesia Católica dei Gesuiti: Lo más importante es su tan espectacular pórtico, situada de camino a la estación de Ferry Nove “A” para ir a Murano y/o Burano

Ca d’Oro: Hotel, más que nada por su fachada que da al canal, digna de ver
Puente de los suspiros: Puente que uno el Palazzo Prigioni con la Concellieria Segreta, en cuanto lo veais ya sabréis que puente es. Es realmente famoso e icónico.

Basílica de San Marcos: Poco decir de ella. Es la Basílica ubicada en la misma Plaza San Marcos

Torre dell’Orologio: Torre del reloj de Venecia
Campanario de San Marcos: Inmensa Torre en la plaza de San Marcos, en concreto es su campanario

Piazza San Marcos: Lo mismo, poco que comentar de esta tan mítica plaza
Puente de Rialto: Famoso puente por unir dos partes de una Venecia separada por el Gran Canal, otra cosa famosa es que alberga un montón de tiendas en su superficie

Y un consejo muy grande para Venecia: Perdeos, perdeos por sus inmensos y laberínticos callejones. Podréis perderos, pero es muy fácil encontrarse, está todo muy bien señalizado y con las nuevas tecnologías que tenemos internet en cualquier sitio (y tirando de google maps) os encontrareis fácil. Así que no tengáis miedo y perdeos. Encontrareis cosas y rincones maravillosos, sin desperdicio. Os sorprenderéis de lo que veáis y aparte tendrá su logro especial por haberlo descubierto vosotros mismo sin ayuda. No desaprovechéis la ocasión de perderos por esos magníficos callejones.
Ya que estamos por Venecia no podíamos desaprovechar la oportunidad de visitar las islas de al lado: Murano y Burano. Aunque visto el calor que hacía y el tiempo dispuesto, decidimos de saltarnos Murano e ir directamente a Burano.
Para llegar hasta allí, primero era pillar un ferry, así que nos fuimos al puesto de Ferry Norte Nove “A” de Venecia. Desde allí sale uno que va a Murano y otro a Burano. Nos montamos en el de Burano y arreando! El trayecto es un poquito largo, pero merece la pena, las vistas son magníficas, el ver alejarse Venecia, el ver el cementerio, los postes guías con el desgaste de las olas y el tiempo…

Durante el trayecto, se pasa por al lado del antiguo cementerio de Venecia, también situado en una islita. Es muy bonito de ver, al menos desde el barco jejeje. No obstante, parece ser que hay otro ferry que nos llevará hasta allí si lo deseamos.
Burano es una pequeñita isla al norte de Venecia, se distingue mucho por su gran variedad de colorido de las casas, sus canales, sus tiendas de encaje y su torre inclinada (sí, también tienen una torre inclinada)



En sí, la isla de Burano no tiene mucho más para ver, solo disfrutar de la miniatura de isla y sus preciosos canales con las barquitas amarradas en frente de cada casa y lo antes mencionado.
El trayecto de vuelta a Venecia es el mismo que el de ida… en teoría. El ferry se coge en el mismo sitio en el que te deja, la gran diferencia es que no vuelve por donde viene, sino que da un rodeo bastante extenso, alejándose de la isla y dirigiéndose a la Venecia más alejada con parada final en la plaza de San Marcos, no sin antes haber realizado dos docenas de paradas en todas las islitas que pilla en el recorrido. Cosa que termina transformándose en un viaje de algo más de hora y media.
Una vez aferrados a suelo firme, terminamos de ver lo que nos quedaba por ver en la preciosa isla de Venecia. Y como quien no quiere la cosa a la puesta del sol ya llegábamos a la Furba, dispuestos a pegarnos una buena ducha y a planificar la nueva ruta que habíamos maquinado la noche anterior. Buscamos la ruta para llegar a Austria y nos pusimos en marcha.
Debido a que ya era tarde, anocheciendo, y no daría tiempo a llegar a Austria, decidimos de hacer un pequeño alto en el camino, lo que viene siendo cenar y dormir.
Esa noche paramos en una ciudad de los alpes denominada Údine. No es muy grande, no hay nada, pero hay un lugar para pasar la noche la mar de majo para las AC y campers.
Distancia recorrida: 132km
Lugar de estacionamiento: Parquing gratuito de pernocta para AC y campers 46.080799, 13.2228
Día 6: 07 de agosto
Despertamos en Údine, y con el desayuno pensamos en algo que no teníamos en cuenta. Si nos dirigíamos a Austria, pero venimos de un viaje planeado para Italia, en Italia sabíamos que haría calor y ahora sabemos que en Austria la climatología es más apaciguable… no teníamos nada para abrigarnos mínimamente, lo más grueso que llevábamos de abrigo es una camiseta de manga corta. Así que antes de partir de la ciudad, visitamos el centro comercial que corresponde a esa localidad, divisamos un Decathlon, y fuimos a comprar alguna sudadera que nos pudiera dar un poco de cobijo para las temperaturas algo más refrescantes (idea que no nos arrepentimos de nada durante el transcurso de nuestra estancia en Austria).
Ahora sí, ya estábamos dispuestos a afrontar nuestra nueva e inesperada aventura. Es lo bueno de ir con tu casa a cuestas, si te cansas, te aburres, no te gusta o se te apetecen otras cosas, das vuelta y rumbo a otro lugar!
Nuestra primera parada son una serie de lagos que hay en Austria, cerca de la frontera con Italia, en concreto un pueblo llamado Pörtschach am Wörthersee.
Distancia recorrida: 143km
Lugar de estacionamiento: Parquing de la estación de ferrocarriles del pueblo 46.635799, 14.1463
En este pueblo no hay mucho que ver en general, solamente hay que disfrutar de las vistas que tiene, el lago, las montañas, el paseo que discurre por el lago, relajarte y disfrutar. Y una vez disfrutado lo disfrutado pusimos rumbo al siguiente punto. No obstante, ya estaba atardeciendo, así que pensamos en una parada técnica para cenar y dormir. No lejos de ahí, a medio camino con el siguiente punto.



Distancia recorrida: 6km
Lugar de estacionamiento: Párquing público gratuito, al lado de un campo 46.625401, 14.213
Día 7: 08 de agosto
Hoy al despertar decidimos de ir a comprar pan recién hecho de un obrador que estaba al lado del aparcamiento. Y ya puestos que estábamos en suelo austríaco decidimos de probar una de las espcialidades, los pretzels. Resulta que entenderte con gente que habla idiomas germánicos sin que sepan inglés es bastante difícil… muy difícil. Gracias a una amable señora de allí que casualmente también halaba inglés nos hizo de interlocutora y pudimos obtener medianamente lo que no s propusimos. Aunque realmente, según lo que nos comentó, no nos dio un pretzel, porque no tenía, pero nos dio una barra de pan a base de masa de pretzel. Bueno, no era lo esperado, pero algo ya era algo.
Una vez desayunados y listos para el ajetreo, nos pusimos camino al siguiente punto de ruta, la ciudad de Klagenfurt. Una vez en la ciudad, aparcamos medianamente cerca, un poco a las afueras del casco céntrico, pero bastante cerca como para ir caminando, dando un paseíto.
Distancia recorrida: 6,7km
Lugar de estacionamiento: En la calle, en la vía pública 46.619947, 14.291930
De esta ciudad recorrimos solamente el casco céntrico o antiguo. Tampoco nos pareció merecedora de mucho más tiempo. Y lo que vimos fue:
kath-kirche-kaernten: Iglesia Duomo de la ciudad, no se porque pero hay sitios que la denominan la Iglesia de San Pedro
Benedictine Market: Mercado al aire libre con productos regionales

Lindwurmbrunnen: Estatua dedicada a St. Jordi (el del dragón) ubicada en la plaza Neuer

Landhaus: Creo recordar que es el ayuntamiento, su forma exterior es pintoresca con una torre que sobresale y marca una diferencia con el resto
Wörtherseemandl: Curiosa estatua situada en la parte céntrica de la ciudad. Representa a una una leyenda mitológica de la ciudad.

City Main Parish Church of St. Egid: Iglesia principal de la ciudad, muy rococo todo, demasiado lujo exuberante.
Alpen-Adria-Galerie: Parque-galería de arte.
Y una vez habiendo visto esta miniciudad de Austria decidimos de ir a ver la primera importante del país, la ciudad de Graz. Aparcar nos fue bastante lioso. No obstante terminamos encontrado un sitio, el cual podremos decir que era decente, gratis y sobretodo bien vigilado, ya que es al lado mismo de la cárcel de Graz.
Distancia recorrida: 144km
Lugar de estacionamiento: En la vía pública, calle adyacente a la cárcel de Graz 47.055726, 15.428386
Día 8: 09 de agosto
Desde el aparcamiento hasta el centro de la ciudad, pordíamos decir que hay una media hora caminando, si hubiéramos ido en bici otro gallo cantaría…
En esta ciudad ya hay bastantes cosas para ver, se nota que ya es una ciudad mayor:
Schloßberg: Es un monte ubicado en la parte norte del casco antiguo de la ciudad. Hay unos senderos y unas caminatas con vistas preciosas de la ciudad durante todo el trayecto hasta la cima. Lo bonito es la torre del reloj que corona el monte.

Old Town of Graz: zona céntrica, barrio o calle del centro antiguo. Especialmente llamativa por las fachadas de sus casas.

Hauptplatz: Plaza mayor o central de la ciudad
Catedral de San Gil: Poco más que decir que una Catedral de estilo románico
Island in the Mur: Pequeño bar-restaurante ubicado en el mismo centro (o en medio) del rio Mura que divide la ciudad de Graz.

Erzherzog-Johann-Brunnen: Estatua a Juan el Grande
Mausoleo: Mausoleo de la familia Fernando II

Para los fanáticos de las películas míticas de acción, hace falta hacer mención que Arnold Schwarzenegger es originario de aquí mismo. Si buscáis podréis encontrar la casa museo de Arnold y visitarla.
Y es aquí, en Graz, dónde por fin disfrutamos como dios manda, donde nuestras energías se empezaron a restaurar después del infierno caluroso sufrido días atrás. Aquí es donde vimos por primera vez un Biergarten……..bueno a decir la verdad no se podría considerar uno de verdad, más bien era pequeñito, céntrico y con poca gente. Pero para nosotros nos bastaba, así que decidimos sentarnos y tomarnos unas buenas birras reconstituyentes!! Ahora si que empezábamos a estar en nuestra salsa, caminta, visita y cerveza!!!


Y una vez recuperadas las ganas de viajar, volvimos a la Furba y nos pusimos rumbo al siguiente punto en ruta, esta vez a la capital: Viena!!
Distancia recorrida: 192km
Lugar de estacionamiento: Vía pública, gratiuto, parquing del zoológico 48.176000, 16.302256
Día 8: 09 de agosto
Hay que reconocer que al principio dudábamos bastante del parking, pero resulto ser una de las mejores opciones. Totalmente tranquilo, sin bullicio, sin tráfico, había más AC y campers y gratuito!! Todo era genial, hasta que vimos que el centro estaba…. ligeramente lejos, bastante lejos, cosa que no nos hubiera importado si lleváramos nuestras bicis, pero al no tenerlas estábamos con un gran hándicap.
Llegamos a la hora de comer, así que nos hicimos nuestra comida furgonetera, nos preparamos y rumbo al centro!!
Viena, la capital de Austria, da mucho para ver, es extensa y hay multitud de lugares que visitar, demasiados. Nosotros hicimos parada durante dos días, aún y así no vimos todos, pero nos quedamos bastante contentos con lo que llegamos a ver:
Ópera Estatal de Viena: De las más importantes compañías de ópera a nivel mundial, es una de las atracciones mundiales del mundo de la música.

Catedral de San Esteban de Viena: Iglesia principal de la archidiócesis de Viena y sede el arzobispo. Espectacular en tamaño y altura, su estilo gótico es fenomenal.

1516: Bar cervecería perfecto (más que perfecto) para tomar unas birras y picar o comer algo. Su inmensa cata de birras y tamaños será de agrado para cualquier cervecero que pare por aquí.




Burggarten: Jardín con estanque y estatuas ubicado delante del mariposario.

Heldenplatz o Plaza de los Héroes: Plaza ubicada delante de la biblioteca, con la estatua ecuestre al príncipe Eugenio. Entrada del pórtico a Francisco I emperador de Austria.


Museums Quartier o Centro Cultural: Plaza rodeada de museos y galerías de arte. Lo mejor de esta plaza es su transformación por la noche, se llena de juventud y fiesta, cerveza, música y lugar para relajarse.


Y con esto ya teníamos realizado el primer día, nos tocaba volver a la Furba… lejos. Y apenas sabíamos cómo volver, gracias a la app de transporte público de Viena, que nos dijo dónde y que horas pillar cada transporte para poder volver intactos al lugar de estacionamiento. Fue un largo trayecto, pero llegamos.
Ahora listos para cenar y mañana será otro día.
Día 9: 10 de agosto
Nos levantamos con un radiante día y dispuestos a comernos lo que nos faltaba por ver. Así que botas puestas, mochila en mano, pusimos rumbo a la aventura:
Ayuntamiento de Viena: Espectacular por su clásica forma de construcción.
Parlamento: Muy bonito por su forma de panteón griego.

Parque de atracciones de Prater o Wurstelprater: Parque de atracciones más antiguo de europa (o casi) dónde se ubica la noria más antigua, datada de antes del 1.897 y con 60 metros de altura, nada envidiable para la época. La entrada y darte una vuelta por el parque es gratuita, solo pagas las atracciones.


Schweizerhaus: Biergarten, cervecería, restaurante de comida típica austriaca o germano-austríaca. Buen precio, buena comida, mejor bebida. Está en el centro del parque de atracciones, así que no hay pérdida.


Rio Danubio: El Danubio transcurre por el centro de Viena, hay diversos parques y puentes desde los cuales poder observarlo. En el caso que se quiera también hay embarcaciones que hacen ruta por el Danubio rio arriba y debajo de un día o varios días.

Tras esta buena e impactante caminata decidimos que ya era suficiente. Así que nos pusimos rumbo a la Furba para plantear el siguiente punto en ruta. Lo mejor de todo es que durante el largo trayecto de retorno nos cayó un aguacero bestial, mojados hasta los topes, serte del transporte público, sino no hubiéramos llegado vivos.
Ahora sí, una vez resguardados en casita nos planteamos el ir al siguiente punto, pero las horas ya empiezan a apretar y hay un buen trecho hasta llegar al punto. Así que decidimos de hacer un alto en el camino, una pernocta y listos para el día siguiente.
Distancia recorrida: 80km
Lugar de estacionamiento: Ciudad de Melk, no me acuerdo exactamente dónde aparcamos, solo recuerdo que había un parquing AC-camper gratuito con descarga de grises y negras y llenado de agua gratis.
Esa noche hubo una inmensa tormenta, algo parecido a lo sobrenatural, con truenos y relámpagos, pensábamos que al día siguiente no podríamos ni movernos del sitio. Pero no fue así, despertamos perfectamente, día soleado y temperatura agradable. Así que desayunamos y rumbo al siguiente punto Hallstatt.
Día 10: 11 de agosto
Distancia recorrida: 203km
Lugar de estacionamiento: En el arcén de la carretera, antes de llegar al pueblo. 47.569996, 13.649779
Hallstatt es un pueblo tan pequeño, entre la montaña y el lago, tan justo que el aparcamiento es imposible. O aparcas en sus párquines privados a precio de oro y suponiendo que haya sitio o aparcas en el arcén de la carretera antes de llegar al pueblo (tal y como hace muchísima gente), viendo que eso es lo que hacía todo el mundo y como no íbamos a estar mucho tiempo, decidimos de hacer lo mismo.


La visita al pueblo se puede considerar realmente rápida ya que son un par de calles y dos plazas. Pero sus vistas son espectaculares, es un pueblo digno de postal, precioso! También se ofrecen a dar paseos con barco por el lago.


Una vez visitado la maravilla de pueblo pusimos rumbo al siguiente de la lista St. Wolfgang im Salzkammergut.
Distancia recorrida: 36km
Lugar de estacionamiento: Parquing privado, estacionamiento 24h 47.739401, 13.439259
Llegamos al pueblo de St. Wolfgang im Salzkammergut y aparcamos en un aparcamiento privado. Pensábamos que iba a ser algo prohibitivo, ya que el pueblo es realmente turístico y está lleno de autobuses, AC y campers, pero resultó que el precio de pasar ahí 24h fue realmente barato. Es un aparcamiento enorme y con césped en el suelo, lleno de árboles y muy mimetizado con la naturaleza.

Como llegamos a una hora mediodecente de la tarde, decidimos de dar una vuelta por el pueblo durante el atardecer. Nos encontrábamos con otro pueblecito digno de postal, precioso, maravilloso. También nos dimos cuenta que son 3 calles y 2 plazas, pero es precioso. Después de la minivisita de tarde, nos recogimos para la Furba y a dormir.

Día 11: 12 de agosto
Hoy nos despierta un silbato muy característico, era el silbato de una locomotora ¿? Pues si, resulta que al lado del parquing hay un cremallera impulsado por una locomotora que te lleva hasta lo alto del monte Schafberg, para quien quiera ir, ya sabéis, ir preparados!

Desayunamos, nos calzamos y listos para visitar de nuevo St. Wolfgang, pero esta vez a la luz del día.

El pueblo continúa siendo tan maravilloso como la tarde anterior, está todo muy cuidado, muy detallado, hay tanta belleza que dan ganas de no salir nunca de ahí. El pueblo está lleno de tiendas de suvenires (lógico por el turismo que tiene), ofrece paseos por el lago con barco y las excursiones al monte Schafberg.

Y después de la visita a tan precioso lugar nos pusimos rumbo al siguiente punto St. Gilgen, la ciudad natal de Wolfgang Amadeus Mozart
Distancia recorrida: 18km
Lugar de estacionamiento: Vía pública, gratis 47.760417, 13.367691
Esta iba a ser una visita de paso, sin pernocta, así que aparcamos en un lugar donde el espacio para AC-campers es sobrado, está cerca del centro y gratis!

Al ver que era el pueblo natal de Mozart pensábamos que iba a ser algo precioso, espectacular, maravilloso… cuan equivocados estábamos, creo que podría catalogarlo como bastante soso. Lo mejor que tiene es una estatua de Mozart y las vistas al lago y montaña, por el resto no es nada especial, le falta ese toque de encanto austríaco.


Después de dar la vuelta de rigor y visitas correspondientes a Mozart, dimos media vuelta y de camino a la Furba de nuevo, a por el siguiente punto en ruta Salzburgo
Distancia recorrida: 38km
Lugar de estacionamiento: En parking público, a las afueras del centro delante de una gasolinera 47.819065, 13.056354
El lugar dónde aparcamos era bastante peculiar… un barrio del extrarradio, en el parking compartido de un Hofer y una gasolinera. Lo importante, gratis y libre, con espacio. Debido a la ubicación y la zona colindante hay gente que dijo que aquello era el Bronx, o un lugar que da miedo, que no aparcarían ni muertos. Supongo que después de haber pasado toda mi vida en una ciudad dormitorio no vi nada de eso, sino un lugar perfecto para aparcar. La verdad es que el lugar estuvo muy tranquilo y con 0 problemas. El mayor inconveniente que podríamos decir es la distancia hasta el centro, otra vez de nuevo lamentándonos de no traer las bicis. El centro está a poco más de media hora de camino o paseo (hay autobuses-tranvías que te llevan hasta el mismo centro por un módico precio).
Cómo ya estábamos en el atardecer decidimos de ir al centro a dar un pequeño paseo y después de una larga caminata conseguimos llegar. Hoy no vimos nada en especial, nada más que callejear y unas buenas cervezas de la zona.


Día 12: 13 de agosto
Hoy en pie, como cada mañana, y listos para comernos Salzburgo! Una buena caminata para bajar el desayuno y llegamos al centro. En esta ciudad, no nos expliquéis porque, pero no hicimos una ruta turística, sino que decidimos de callejear, visitar todo lo que veíamos, acercarnos a lo que nos gustaba, pararnos a picotear lo que nos apetecía, y así hasta entrada la tarde.

Lo que vimos no se podría considerar ver la parte histórica rigurosamente dicha, pero para nuestro gusto ya nos gustó bastante. Por supuesto que incluye La Catedral, El puente de Mozart, el Fuerte del alto de la colina, el peculiar cementerio y creo que es la zona de música-opera-teatro de Salzburgo.

Y ya habiendo visto lo que considerábamos haber visto, nos recogimos y de vuelta a la Furbacca. Ahora nos poníamos rumbo al Tirol, a su capital para ser más exactos Innsbruck. Para llegar ha Inssbruck desde Salzburgo hay un paso por túneles que cruzan las montañas del Tirol, pero cuando fuimos nosotros estaba cerrado por obras, así que la siguiente ruta más rápida era cruzar a Alemania, hacer trayecto por Alemania y volver de nuevo a Austria, una vuelta más considerable pero merecedora. No obstante, ya que el anochecer se nos echaría encima antes de llegar, decidimos hacer un alto en el camino para pernoctar. Así que hicimos una parada técnica en las pistas de esquí de Seefeld in Tirol, un lugar muy bonito, con vistas preciosas, momento para sacar mesa y sillas fuera y cenar a la intemperie.
Distancia recorrida: 208km
Lugar de estacionamiento: parking de las pistas de esquí de Seefeld, gratuito, plano y tranquilo 47.330209, 11.200257
Día 13: 14 de agosto
Despertamos con toda la calma del mundo, el lugar casi que lo requería. Desayuno perfecto y de camino a Innsbruck. No eran muchos quilómetros y se hicieron rápido. Lo malo fue la muy fuerte pendiente de desnivel que teníamos que afrontar para bajar desde las pistas hasta la ciudad, nos encontramos con un puerto de montaña con más del 16% de desnivel, algo increíble para nosotros!!
Distancia recorrida: 27km
Lugar de estacionamiento: Parking de un lavadero de coches, gratuito 47.265455, 11.426748
El lugar de estacionamiento no es ni más ni menos que un aparcamiento gratuito de un lavadero de coches, tranquilo, amplio y free!! Lo malo es la distancia hasta el centro, si fuéramos en bici apenas estaríamos en el centro en menos de 10 minutos, a pie había más de media hora. No obstante, para los más pulcros hay a poca distancia (aún algo más lejos del centro) unos aparcamientos de una zona comercial (centro comercial) con parking gratuito de AC y camper (o al menos estaba lleno de esos).
La ciudad de Innsbruck no es muy grande, por lo tanto es algo que se puede ver relativamente rápido. Tenemos para ver:
- El parque de Innsbruck (Innsbrucker Hofgarten): Un parquecito de árboles muy mono en medio de la ciudad, no es muy grande, pero se agradece un paseíto.
- Rio Eno: El rio que divide la ciudad en dos. Es de caudal amplio y con numerosos puentes para cruzarlo y ver como fluye y discurre por medio de la ciudad.
- Marktplazt: Plaza del mercado, no hacen falta muchas más explicaciones. Si pasais por esta fecha por ahí os llevareis una sorpresa, ya que hacen la fiesta de la cerveza y la salchicha.
- Calle María Teresa: Es una avenida más que una calle, peatonal, en medio de la ciudad, llena de vida y donde está lo más visitable. Tenéis una vista espectacular digna de fotografiar, ya que encontrareis la estatua con los Alpes de fondo, que queda una foto chupi.
- Calle de Herzog-Friedrich: La consecución de la calle María Teresa, pero esta vez dentro del casco antiguo. Si la seguís llegareis al museo de Innsbruk, denominado como tejado dorado, allí abajo veréis una fuente para fotografiaros espectacular.
- Catedral de Santiago: La iglesia de Innsbruck
- Casco antiguo: Lleno de callejuelas, callejones y calles pequeñas, merece la pena recorrerlas para ver todo lo que pueden ofrecer, desde comida hasta suvenires (¿Qué esperabais?).

Con tanta vuelta se nos hizo bastante tarde, así que decidimos irnos a dormir y mañana echaríamos un pequeño ojo a algo que nos quedase de Innsbruck. Así que dicho y hecho!
Día 14: 15 de agosto
Hoy dormimos hasta tarde, nos levantamos con una parsimonia mayor y decidimos de volver a Innsbruck, pero esta vez aparcamos en un lugar un poco diferente y más cercano al centro. No queríamos tener que caminar otros 40 minutos hasta llegar al centro desde el aparcamiento. Aparcamos en una zona de parking en la vía pública, gratuito y cerca de la zona universitaria.
Esta vez estábamos algo más cerca: 47.259721, 11.376459
Desde allí nos fuimos hasta la Marktplazt caminando y aún y así no llevó 20 minutos. Pero para redención nuestra nos encontramos con una sorpresa solo digna para los guerreros que se van al Valhala!! En la propia plaza estaban haciendo la fiesta de la Cerveza y la Salchicha!!! Así que nos dieron en nuestro punto débil y ya no nos movimos de allí, comimos Brastwurst y Frankfurt hasta reventar y bebimos cerveza hasta que quedemos saciados!
Una vez satisfechas nuestras necesidades básicas de comida y bebida, decidimos de darnos un paseíto para recuperar la compostura, descansar y de camino a la Furba. Y siguiente punto de la ruta!! Los castillos de Hohenschwangau, Neuschwanstein!!
Distancia recorrida: 111km
Lugar de estacionamiento: Parking para AC y camper de Neuschwantein de pago 47.554983, 10.737130
Las coordenadas que os hemos puesto es el lugar de estacionamiento por excelencia para AC y camper. Y el más económico. Hay muchos párquines por los alrededores, pero te suelen clavar un sablazo, y con valla de entrada y salida, sin pago no sales. El que os hemos puesto no tiene barrera, es libre entrada-salida, por la noche no hay nadie. Solo tendréis que pagar a un señor que pasa por allí a la mañana siguiente una módica cantidad de 5€. A parte de que justo justo el camino que inicia la ascensión al gran castillo de Neuschwanstein está delante, pero delante vuestro! Y para los más zánganos que no quieran caminar, justo delante también hay una parada de bus que os llevará hasta arriba por un eurete. Y por si fuera poco, justo detrás está el camino de ascensión al segundo castillo Hohenschwangau. Vamos, un parking ideal, si tuviera llenado y vaciado.
Llegamos tarde, así que aparcamos, dimos unas vueltas por la zona hasta hacer hora para cenar. Cenamos y a dormir, mañana sería otro día.
Día 15: 16 de agosto
Nos levantamos de los primeros, a primerísima primera hora. Las entradas solo se pueden comprar para el mismo día (no se pueden comprar de un día para otro) y antes de que lleguen las hordas de turistas y saturasen todo, decidimos de ir a la caseta de compra de entradas para pillarlas. Aún y así parece ser que no fuimos los únicos en pensar lo mismo. Llegué a la cola ¾ de hora antes de que abrieran y ya había de cola que daría para una hora una vez abrieran. Todo un apocalipsis.
Después de estar esperando en la cola hasta que abran y otro tanto más hasta que llegara el turno, compramos las entradas sin dificultad. Las entradas van numeradas por sesiones y hora. Te adjudican una hora en concreto y esa es tu hora de entrada, ni antes, ni después.
Me daba tiempo a llegar la Furba, tomarme un buen café, unas tostadas y a comenzar la ascensión.
Desde el parking se puede ver el castillo de Neuschwanstein en la lejanía, en lo alto de la colina. Nos pusimos las prendas de paseo y arreando.
El camino hasta llegar es precioso, pasas por en medio del bosque, por una carretera de muy fácil tránsito. Te das cuenta que estás llegando cuando ves una zona con un Biergarten y tienda de suvenires, un par de curvas más y unos metros de desnivel más y ya puedes ver la magnificencia del castillo. Admirable y enorme, precioso.

Una vez arriba ya vas siguiendo indicaciones hasta llegar a la zona de espera, donde esperarás tu turno, te dan una audioguía en tu idioma y una palmadita en la espalda, ya que a partir de ahí va a ser un descontrol. Íbamos en un grupo con un “guía” por llamarlo de alguna forma, ya que lo único que hacía era cerrar la puerta por donde habíamos pasado de cada habitación una vez estuviéramos todos dentro y una vez finalizado el capítulo de la audioguía abría la siguiente puerta. Y otra vez a repetir lo mismo, grupo dentro, cerrar puerta, esperar audiguía, abrir puerta, siguiente sala. Otra vez de nuevo, grupo dentro, cerrar puerta...

La cantidad de público que visita el castillo en pleno verano es inmensa, y hablo de miles y miles de personas! Por eso hacen que las visitas sean lo más rápido posible, sobrecargan los grupos y van a golpe de pito.

La experiencia, tenemos que decir, nos dejó muchísimo que desear. Nos sentimos hacinados, guiados como cochinos en un matadero. Sin tiempo para disfrutar del castillo, de las vistas del castillo o lo que hay para ver en el propio castillo.

Por otra parte el castillo es precioso, por dentro y fuera, admirable y os dejará con la boca abierta. Una experiencia inolvidable. De esos sitios que tendrías que ver al menos una vez en tú vida.

No obstante, vimos que estábamos sobreagotados de gente, hordas de gente y el castillo de Hohenschwangau no fuimos a verlo. Por otro lado, nos preparamos una carmañola con ensalada y picoteo y nos fuimos al lago que hay justo al lado del parking a dar un paseíto y decidir un sitio para hacer el picnic. Unas vueltas después ya vimos el sitio, salvaguardados por las ramas de un árbol, en la misma orilla y rodeado de patos y cisnes nos comimos lo preparado.
Pasadas las horas, la digestión y un rato gracioso con los patos y dándoles de comer nos pusimos camino a la Furba, pensamos en todas las horas que llevábamos allí solo por 5 euretes y más felices que unas perdices nos fuimos para el siguiente punto en ruta: Linchestein!!
Distancia recorrida: 210 km
Lugar de estacionamiento: Lago Gänglesee, Parking gratuito de tierra en lo alto de los Alpes 47.107464, 9.577105
La ruta, en realidad tendría que haber sido de apenas 170km, pero el paso de Austria a Linchestein, por uno de sus túneles estaba cerrado. Así que nos tuvimos que desviar por Alemania y bajar a Linchestein por otro lugar, lo que nos llevó a una ruta de algunos km más y sobretodo mucho mucho más tiempo.
Poder pernoctar o aparcar en Linchestein es algo improbable por no decir imposible, así que siguiendo las indicaciones de algunas apps nos fuimos a dormir al sitio antes mencionado. Hay que ponerse en situación, eran las 22h de la noche, oscuridad total, el lugar esta bastante lejos de la ciudad de Linchestein, cerca de la frontera con Austria, pero por una carretera de mala muerte por los Alpes. Llegamos allí, pasando por un puerto de montaña en el cual íbamos en 1ª o 2da marcha a lo sumo, no veíamos nada, no escuchábamos nada, hacía frio y el lugar se encontraba a una altitud muy considerable, estábamos más solos que la una. Teníamos la sensación de desconfianza, pero al pensar que estábamos en un paraíso fiscal….creíamos que ellos tenían más miedo de unos españoles que no a la viceversa. Así que cenamos y a la cama a dormir, que mañana sería un nuevo día.
Día 16: 17 de agosto
Despertamos con la mayor de las calmas posibles, era de día, podíamos ver dónde habíamos aparcado, salimos fuera y… nos encontramos con un paisaje paradisiaco (pero montañés), un lugar idílico y precioso. Estábamos en lo alto de los Alpes, en la orilla de un lago, rodeados de abetos, vegetación, vacas y casitas de madera al fondo. Ahora nos reíamos de lo mal que lo habíamos pasado mientras llegábamos.
Debido al buen tiempo y al lugar en el que estábamos decidimos de desayunar fuera, y no hicimos nada mal, precioso!!

Y para recrearnos más, con ese solecito que hacía, y el lago al lado, decidimos que sería una muy buena idea pegarse un bañito. Hasta ahí todo bien, en ese momento no pensábamos que el agua del lago viene de los glaciares de las montañas, que allí, en todo lo alto, la temperatura rara vez supera los 17º y que por ende la temperatura del agua sería bastante menor. No fue hasta que me dio por meter los pies en el agua desde el embarcadero…primeros 10cm y últimos que me mojé en ese lago!!! Que fría que estaba!!

Después de unas risas por la situación de querer mojarse y no poder del frío estuvimos un buen rato sentados en la orilla apreciando el paisaje, disfrutando de tan divino momento.
Ya una vez relajados nos pusimos rumbo a Linchestein capital para ver lo visitable del lugar. Lo cual fue una decepción en formato épico. Es un país dedicado al paraíso fiscal, no se puede esperar más que bancos y hoteles de lujo, carreteras tan bien cuidadas que parecían estar hechas la noche anterior. Para visitar solo encontramos:
- Iglesia de Linchestein: Por poner algo, la iglesia de la ciudad. Se puede visitar, es gratuita la entrada. No hay aparcamiento en las inmediaciones y todo el que hay es de pago.
- Castillo de Vaduz: Un castillo en medio de la ladera de la montaña. Aquí sí que se puede aparcar, hay aparcamiento libre, gratuito y público. Inconveniente: El castillo es privado, se prohíbe la entrada a toda persona ajena a él.

En fin, una decepción, el lugar a visitar no se puede aparcar y el lugar en el cual se puede aparcar no se puede visitar.
Y visto esto, rumbo al siguiente punto, ya nos ponemos rumbo a Suiza, ciudad de Lucerna
Distancia recorrida: 132km
Lugar de estacionamiento: Parking en la vía pública, hay días que es de pago y días que es gratis 47.041800, 8.321795
Cabe hacer mención que para poder circular por las autopistas de Suiza es necesaria la viñeta, una pegatina que se coloca en el parabrisas del vehículo y te permite la circulación por toda vía del país. De lo contrario solo podrás circular por carreteras secundarias, ojo que haberlas hay, pero que son llenas de curvas imposibles y de distancias inhumanas. La viñeta suele rondar los 37€ y es válida para todo el año vigente. Realmente después de pagar los peajes de Francia e Italia no es cara para la cantidad de autopistas, túneles y puentes que pasas por Suiza.
Lucerna es una ciudad en el centro de Suiza, capital del cantón del mismo nombre Lucerna, a parte es famosa por estar a orillas del lago de los 4 cantones. Lucerna es la ciudad más turística de toda Suiza, y cuando llegamos allí vimos el porqué.
Es una ciudad preciosa, hermosa, tranquila y a la vez bulliciosa con su gente y turismo. De lo más precioso es perderse por sus callejuelas, calles que parecen haberse detenido el tiempo en el s.XVII. Todo se conserva impoluto y nuevo tal y como era hace mucho tiempo… antaño.

Cada rincón es digno de una foto, verlo, observarlo y anonadarse. Incluso la estación de autobuses es un gozo a la vista y a todos los sentidos, ubicada bien próxima del lago la preside un arco de entrada estilo romano. Ojo al dato, con reloj incluido.

No obstante, la atracción principal de toda Lucerna es el puente de madera que cruza el rio de vera a vera. El Kapellbrücke es un puentecito estrecho, solo para pasar caminando, de apenas 2m metros y poco de ancho, está cubierto por un tejado de madera por todo su recorrido. En el interior lo adornan con escenas en pintura que narran la historia de Lucerna. Es el puente de madera más antiguo de Europa, datado en el 1.365, incendiado en el 1.835, reconstruidos los 75 metros dañados en el mismo año, incendiado de nuevo en el 1.993 y vuelto a reconstruir en el 1.994 incluyendo 78 de las 111 pinturas dañadas. Todo el exterior del puente está engalanado con flores, maceteros con las flores más autóctonas del lugar.

En mitad del puente hay una torre La Wasserturm (torre del agua), construida mucho antes que el propio puente, sobre el 1.300. La torre fue en otra época una torre vigía, torre del tesoro e incluso archivo de la ciudad. Hoy en día alberga una tienda de suvenires y el Local de la Sociedad de la Artillería de Lucerna.

Nos pasamos todo el día dando vueltas por la ciudad, admirando su galantería y su viveza. Para la hora de cenar decidimos que ya iba siendo hora de ir marchando y buscar un sitio donde poder pasar la noche.
No lejos de Lucerna de camino a los lagos hay un pequeño parquing de un club náutico, un poco apartado de la carretera principal. Al llegar vimos que estaba lleno de furgonetas camper, eso ya nos tranquilizó más, y por supuesto, cosa rara en Suiza, era gratis!!
Distancia recorrida: 17km
Lugar de estacionamiento: Parking del Club Nautico Hafen Hauetli, gratuito 46.966090, 8.294140
Y como ya eran bien entradas las horas, por hoy ya bastaba, cenar y dormir. Mañana sería otro día
Día 17: 18 de agosto
Hoy despertamos con un sol radiante, el parking tranquilo, con zona de picnic. Que más se puede pedir, así que a desayunar fuera se ha dicho!
Viendo que el día lucía tranquilo y soleado, no se nos ocurrió nada mejor que hacer que pasar una mañana nadando en el lago. Con la mayor de las calmas dejamos la furgo donde estaba y nos dirigimos camino arriba, hasta encontrar una buena entrada al lago, lugar que encontramos a apenas unos 100 metros. Extendimos las toallas y allí pasamos un buen largo rato.

Y pasado el tiempo que nos dio la gana, literalmente, decidimos continuar la marcha, a proseguir el trayecto.
La gracia a todo esto, es que a penas habíamos recorrido unos 22km cuando vimos un lugar guapísimo, junto al lago (otra vez), y decidimos, como no, parar para zambullirnos un poco u otro poco más.

Distancia recorrida: 24km
Lugar de estacionamiento: en el lateral de la vía de circulación. Se puede aparcar. 46.805110, 8.169009
Con la tontería se nos pasó el tiempo volando, algo rápido, tanto que se nos hizo la hora de comer. Así que allí mismo decidimos de quedarnos a comer. Preparamos unas hamburguesitas, sacamos unas cervecitas y listos!

Tras haber comido y realizado la respectiva digestión, proseguimos con el trayecto, ahora si, rumbo a Interlaken.


Distancia recorrida: 34km
Lugar de estacionamiento: en la vía pública, en parking en serie al lado de la calzada, aparcamiento gratuito (cosa rara) 46.690306, 7.874085
La tarde parecía que empezaba a encapotarse un poco, pero después de la mañana que nos hizo no le hicimos el menor caso, así que cogimos nuestros bártulos y directos al centro, el cual cae desde el aparcamiento a unos 2km.
Interlaken es una ciudad que su nombre la describe bastante bien, ciudad entre (o en medio) de lagos. Y así es, está en medio de los lagos Thunersee y Brienzersee. Los lagos están a diferentes alturas, y los unen unos pocos canales, cosa que utilizan para crear unas presas y generarse algo de electricidad.
La disposición de esta ciudad es un poco curiosa, existe una calle principal de lujo, zona de magnificencia y ostentación, y otra zona pasado el canal, hacia el norte, con el barrio trabajador, más humilde y sencillo.
Lo comento porque la zona de lujo es algo descaradamente rimbombante, mientras que la zona obrera es muy normal. Y no creáis que estoy exagerando, la parte rica hace muchísima ostentación de su poder de fortuna. Encontramos tiendas de ropa, joyerías, restaurantes y hoteles donde el precio mínimo de cualquier cosa supera con creces el salario anual de cualquier ser mortal. Relojes con precios desde 45.000€ hasta los varios cientos de miles, incluso vimos uno muy barato de 3.000€!!! Encontrarte con artículos a la venda en ese lugar que superen los 50.000€ no es difícil.
Aquí es donde aprendí la expresión de: No demuestras que eres realmente rico hasta que no te traes tú propio coche hasta aquí solo para lucirlo.
Esta frase parece algo normal y vulgar, pero imagínate a gente de los Emiratos Árabes, Dubái, con su propio coche allí. No les hubiera salido más barato alquilar un Aston Martin, Rolls, Bentley, Bugaty…. de 500.000€ para los días que van a estar allí? Para que si me pueden traer mi coche particular desde allí hasta aquí? (Pagando Obiously). Y eso es lo que nos encontramos allí, coches de los Emiratos, varios y muy lujosos por cierto.
Hace falta decir que tras hablar con viajeros que habían pasado por esta ciudad, obtuvimos unas respuestas un tanto peculiares. Unos la odian y otros la adoran, en partes iguales. O te encanta ese contraste, ese despilfarro económico, ver a muchimillonarios haciendo ostentación de su basta fortuna o sencillamente lo odias. Y gente que tan solo le gustó por la ubicación y por tener las vistas de la tan magnífica e imponente montaña del Matterhorn o monte Cervino.
Lo más destacable desde nuestro punto de vista es:
Una pequeña iglesia que podría tener un pase.

Un casino, que lo mejor es el parque que tiene en el exterior.

Los canales y el pase que puedes hacer por sus orillas
Por nuestra parte, no nos gustó nada de nada. Dimos la vuelta de rigor y ya en medio del momento empezó a diluviar, a caer una tromba de agua de proporciones bíblicas. La peor parte es que nos encontrábamos a unos 2km de la furgo, sin chubasquero ni paraguas. No hacía intención de amainar, así que lo mejor que se nos ocurrió fue correr hasta la Furba, correr como alma que lleva el diablo. El camino se nos hizo eterno, llegamos empinadísimos, como si nos hubiéramos tirado al lago vestidos. Por suerte, una vez dentro, con la calefacción puesta (porque la lluvia nos caló bien hondo) y unas toallas en breve ya estábamos riéndonos de lo ocurrido y de lo tontos que éramos por no haber cogido ni un triste paraguas.
Una vez ya traspuestos de lo pasado, nos rehicimos y pusimos marcha para el siguiente punto. En este caso era ir a la capital, Berna!! Peeeero de camino nos vino una pequeña idea. Mañana día 19 era el cumpleaños de Pili, así que podríamos parar en un lugar tranquilo, descansar, pasar un rato de relax y ya si eso, después volver a lo antes mencionado!
Así que dicho y hecho, nos pusimos rumbo a un aparcamiento en la orilla de un lago, para poder pasar la noche tranquila y un despertar mejor que mejor.
Distancia recorrida: 107km
Lugar de estacionamiento: parking público gratuito 46.924581, 7.037256
Día 18: 19 de agosto
Hoy despertamos en la orilla del lago Murtensee, tranquilidad, paz y armonía. Decidimos de pasar una mañana de relax total, sin nada más que hacer que dormir hasta tarde, tomar el sol y descansar, hasta llegar a la hora de comer para hacer una buena comida y disfrutarla en el césped bajo la sombra de un árbol de un día soleado a la vera del lago.
Una vez ya comidos, y re-relajados decidimos de movernos un poquito. Volvíamos a pensar en ir para Berna, pero vimos que de camino, y muy cerca de donde estábamos, está el pueblo de Murten.
Murten es un pueblecito pequeñito amurallado que le da nombre al lago que baña su costa, donde todo se intenta conservar como en su antigüedad, incluso podrás pasear por lo alto de la muralla del pueblo.
No tardamos mucho en pensárnoslo, así que pusimos rumbo hacia allí.
Distancia recorrida: 10km
Lugar de estacionamiento: Parking público gratuito de la piscina municipal 46.925938, 7.109425
En Murten hay poco para ver, pero lo que hay es precioso y perfectamente cuidado
Schloss Murten: El castillo de Murten, que haría un pueblo de esa índole sin su castillo? Pues aquí está, entrada libre y gratuito al patio del castillo, pero nada más.

Hauptgasse: Calle principal. La parte amurallada tiene tres calles y esta es la principal. Merece la pena verla, con su suelo adoquinado, sus establecimientos que se conservan como antaño.


Deutsche Kirche: Iglesia del pueblo, ya veréis que es un poco diferente a las normales
Stadtmauer Ringmauer Murten: Muralla que rodea el casco antiguo. Merece mucho la pena subir hasta ella y rodearla caminando un ratito, disfruta de sus vistas.


Una vez que habíamos dado la vuelta de rigor al pueblo, nos pusimos rumbo, ahora si, a Berna, la capital!!
Distancia recorrida: 32km
Lugar de estacionamiento: parking público de pago, zona azul 46.953757, 7.444308
En este casi, debido al tiempo que íbamos a estar, y las horas que eran paramos en zona azul, que se paga hasta una hora en concreto.
Berna, la capital de Suiza. Aquí mucho para ver, muchísimo para visitar. No obstante, decidimos de ir por faena, ver lo más icónico, vueltecita tranquila y marcha, que teníamos día fijado para la vuelta.
Markt Waisenhausplatz: Mercado de puestecitos la mar de mono para ver, y si queréis comprar recuerdos

Waisenhausplatz: Plaza donde se ubica el mercado, esta misma plaza está una gran avenida llena de vida, gente, cosas preciosas e incluso gente jugando en medio de la calle al ajedrez gigante.

Bundesplatz Bern: La plaza del Palacio Federal

Münsterplatz: Plaza de la catedral, no podéis dejar de pasar por aquí. Desde aquí tendréis una vista de la catedral espectacular.

Münsterkirche: La catedral de Berna, espectacular y enorme por partes iguales.
Münsterplattform: Parque-plaza que hay detrás de la catedral, desde allí tendréis unas vistas privilegiadas del rio Aar y la separación del casco antiguo con el resto de la ciudad por el enorme espacio que cerne el cañón del propio rio. En este parque también podrás disfrutar de gente jugando en plena calle a juegos de gran talla.

Zytglogge: Campanario, orologio, o Torre del Reloj mecánico. Torre con un espectacular reloj que da las horas de una forma un tanto especial. Digno de pararse a esperar a que de las horas.


Kafigturm: La torre del reloj de la plaza, una torre por donde los tranvías pasar por debajo suyo.


Rathaus: Ayuntamiento, una mansión digna de ver por fuera, espectacular por su escultura.
Iglesia de St. Pedro y St. Pablo: Justo al lado del ayuntamiento, normal y extraña a la vez, si pasáis cerca, ir a echarle un ojo.
Berna está llena de mil callecitas que merecen la pena un paseo por ella, llena de edificaciones espectaculares y rincones mil y preciosos para visitar. No tengáis miedo en perderos por la ciudad y descubriréis cosas impresionantes.
Nos pasamos toda la tarde y una parte de la noche dando vueltas por Berna, hasta que ya el cansancio hizo meya y decidimos volver a la Furba para ir al siguiente punto y último de la lista de ruta Le Château de Chillon.
Aquí y ahora ocurre algo raro, esa noche pernoctamos en algún lugar entre Berna y Chillon, pero soy incapaz de recordar de dónde, ni cuándo, ni cómo…algo raro, pero de vez en cuando pasa. Así que pensar en que dormimos de camino, por algún sitio. Despertamos y terminamos el trayecto hasta el Château.
Día 19: 20 de agosto
Distancia recorrida: 101km
Lugar de estacionamiento: En la vía pública, es este caso gratuito, por casualidad. 46.414295, 6.928812
Hoy toca la visita al Château de Chillon, un castillo ubicado en la ciudad de Veytaux, en Suiza, en la orilla del lago Léman, que hace frontera entre Francia y Suiza. El castillo o Château, como dicen ellos, está construido encima de un gran peñasco que se encuentra muy cerca de la orilla del lago, en la vertiente Suiza. La entrada no era realmente muy barata. Pero después de verlo por dentro y descubrir lo que realmente es, lo que esconde, lo que puedes visitar, merece encarecidamente su visita con creces.

No dudéis ni un solo momento en visitarlo si tenéis ocasión o pasáis cerca!! No os defraudará!!

La entrada procede en una garita en tierra firme, que tras un pequeño puente de madera entráis directamente en el recinto amurallado y tras esa puerta de piedra empieza una aventura didáctica, pasional, divertida y entretenida de todo el castillo, hasta donde queráis o podáis.

La visita es completamente libre, ves por donde quieras, visita lo que quieras, en el orden que quieras, sin permanencia mínima ni máxima de tiempo. Un regalo en toda regla. Vais a disfrutar como niños pequeños.


Una vez finalizado el Tour por el Château de Chillon, nuestras vacaciones tocaban a su fin. Una Ruta por el norte de Italia, Austria, Liechtenstein y Suiza, una buena ruta, pero ya era hora de volver. Ojalá siempre fueran vacaciones para disfrutar eternamente de estas escapadas.
Ahora solo nos queda la vuelta a casa, descargar y volver a la rutina, a la espera de la siguiente escapada por pequeña que sea. Organizar pequeñas rutitllas de escapadas y la grande para el verano siguiente.